La flor eterna: hay muchas razones para elegir la Rosa como activo cosmético
La llaman la reina de las flores y desde luego méritos no le faltan… La rosa tiene una reputación sin mácula y se considera flor sagrada en muchas tradiciones espirituales, desde el hinduismo hasta el cristianismo o las tradiciones nativas americanas. Los budistas ven las rosas como expresión de la alegría espiritual. También se la conoce como la “flor de la seducción” porque promueve la confianza en uno mismo y tiene un ligero efecto estimulante de la libido, algo que sabían bien Cleopatra y Josefina Bonaparte, reconocidas seductoras, que utilizaron su edificante fragancia para seducir a sus amantes sabedoras de sus efectos afrodisíacos. Algo curioso teniendo en cuenta que una de las mayores virtudes de la rosa es la de promover la calma mental (es antidepresivo) e invocar sentimientos de alegría, felicidad, esperanza y amor puro.
Su poderoso campo de energía vibra a una frecuencia muy alta: 320 megaherzios, la frecuencia más alta que cualquier otra flor de la Tierra, y esta bioenergía o fuerza vital, es lo que determina su magnífico valor terapéutico. En el siglo XVII, el botánico, herborista, médico y astrólogo Nicholas Culpeper, dejó patente que el aceite esencial de rosa fortalecía el corazón, física y emocionalmente, y lo prescribía a sus pacientes para contrarrestar el dolor de cabeza y la fatiga general por su acción refrescante, calmante y astringente. Además, su rica composición molecular lo convierte en uno de los aceites esenciales más beneficiosos para el cuidado de la piel, se ha utilizado durante siglos por sus propiedades embellecedoras ya que contribuye a que la piel se mantenga joven por más tiempo.
Posee una combinación única de antioxidantes, como el citronelol y el geraniol, el aceite de rosa puro ralentiza el daño provocado por los radicales libres convirtiéndose por ello en un magnífico activo antiedad. Se benefician de él las pieles secas, maduras y sensibles. Potencia la luminosidad y el resplandor natural de la piel, mejora los capilares rotos y las cicatrices, así como el eccema y la rosácea. Tiene una acción purificante al extraer toxinas de las capas externas de la piel, y posee una gran acción antibacteriana y antiviral, lo que lo convierte en una buena opción para pieles aquejadas de acné que no soporten tratamientos más agresivos. El aceite de rosa es antiinflamatorio y actúa como un excelente emoliente para hidratar la piel, la protege de la pérdida de humedad y fortalece su barrera natural, una parte crítica del sistema inmunitario, ayudándola a mantener su nivel adecuado de nutrientes.
Es uno de los ingredientes de elección en esta época de aislamiento e incertidumbre porque no solo nos ayuda a fluir pacíficamente con el momento, sino que colabora en paliar las consecuencias del estrés y la falta de luz natural en la piel. Si quieres comprobar las bondades de esta mágica flor, una buena elección son las líneas Hydrating y Renewing de Aromatherapy Associates, una completa gama desarrollada con mezclas magistrales en las que la rosa es la protagonista que no solo embellecen la piel, sino elevan los sentidos. Para el rostro, Hydrating Renewing Rose Cleanser y Rose Tonic, están formulados con hidrolato de rosa damascena pura, que no solo alivia sensibilidad y rojeces, sino que tiene una profunda acción regeneradora. La limpiadora además incorpora aceite de jojoba, una cera de propiedades casi idénticas a la piel lo que la convierten en un maravilloso limpiador que disuelve el sebo endurecido que bloquea los poros.
Interesante apuesta también la que ofrecen Hydrating Revitalishing Face Oil e Hydrating Nourishing Face Oil, que combinan el aceite esencial de rosa con incienso el primero, y sándalo el segundo, esto no solo mejora la sinergia para potenciar su acción cosmética mejorando la elasticidad, líneas de expresión y capilares rotos, sino que multiplica su actividad antidepresiva, relajando la mente y elevando el espíritu. La versión serum, Hydrating Rose Radiance Skin Serum, combina la rosa con el geranio, el pacificador equilibrante maestro que despierta las pieles cansadas y opacas además de suponer un chute de buen rollo al instante. E Hydrating Rose Face Mask, es como un manantial de hidratación que mezcla el hidrolato de rosa con aloe y ácido hialurónico, un antídoto para las pieles secas y deshidratadas que además combate la hinchazón bajo los ojos y su tono cetrino. Un plus: se puede aplicar en todo el rostro, incluidos contorno de ojos, cuello y escote y se puede dejar actuar durante toda la noche para despertar con la piel repulpada, fresca y descansada.
Pero para los fanáticos de la rosa está Hydrating Triple Rose Renewing Moisturiser, una lujosa crema hidratante que combina nada menos que los aceites esenciales de tres rosas únicas: la de Marruecos, Turquía y Bulgaria. Lo interesante de esta formulación es que incluye rosa mosqueta, antioxidante y antienvejecimiento, muy rica en vitamina C que incrementa la acción de la rosa además de estimular la formación de colágeno y elastina. La versión corporal comienza por Renewing Rose Body Wash, un gel de ducha armonizante y nutritivo ya que está formulado con aceite de coco y aceites esenciales de rosa, geranio, camomila y sándalo, un auténtico chapuzón de serenidad que nos empuja a estados meditativos. El ritual no puede terminar sin la dosis de nutrición óptima que aporta Renewing Rose Body Oil y Renewing Rose Body Cream, el primero de acción antidepresiva gracias al aceite esencial de neroli, y la segunda, ultra reparadora con rosa, manteca de karité y aceite de prímula, muy rico en ácidos grasos esenciales y un perfecto regenerador de la piel que mejora el aspecto de cicatrices y estrías.