Hay un modo de tener la piel bonita que tan solo se lleva 5 minutos y además es gratis

Es una de las grandes discusiones en los medios especializados, ¿una crema lujosa nos hace tener la piel bonita? El gran debate en torno al marketing cosmético sigue candente, mientras hay bandos que opinan que usar un producto de belleza puede contribuir significativamente a aumentar la seguridad en nosotros mismos, otros postulan que la forma de comunicar la belleza no solo nos presiona a cuidarnos, sino que supone un mazazo para nuestra autoestima. La conclusión es que hay un problema al limitar el autocuidado al “yo” superficial, sentir profunda confianza en la piel que habitamos es mucho más fructífero que perseguir estándares de belleza siempre cambiantes. ¿Y qué tiene que ver usar cosméticos con sentirse bien? Una rutina de cuidado de la piel va más allá de la simple nutrición epidérmica. Según los expertos, seguir un ritual de belleza, especialmente en tiempos de incertidumbre y estrés, es clave para sentir que tenemos control en nuestra vida.

UNA RUTINA DE CUIDADO DE LA PIEL, ESPECIALMENTE EN MOMENTOS DE ESTRÉS, ES REALMENTE CLAVE PARA SENTIR QUE HAY ALGO DE CONTROL EN LA VIDA

No solo por la acción cosmética de estos productos, sino por el simple acto de aplicarlos y enfocarnos en nosotros mismos. La piel, la superficie, es parte del ser, pero no es todo el ser, y ese ser más profundo e interno, también necesita atención. Cuidarse a uno mismo en un sentido filosófico va más allá de aplicarse una mascarilla de hidrogel. Es un trabajo diario y constante, según los expertos, incluir técnicas de introspección, como la meditación o un diario de agradecimiento, pueden convertirse en el ingrediente de belleza más efectivo. Y además, es gratis… La psicodermatología ha demostrado que el estrés o la preocupación son a menudo la causa principal de la mayoría de problemas dermatológicos. El estrés es “un ladrón de belleza”, asegura el Doctor David Bank, autor del libro Beautiful Skin: Every Woman’s Guide to Looking Her Best at Any Age.

Cuando estamos estresados, nuestros vasos sanguíneos se contraen, la piel se ve privada de oxígeno y nutrientes, se vuelve tan sensible que problemas latentes, como el acné y el eccema, terminan estallando, los músculos se tensan y la piel pierde ese brillo rosado y comienzan a formarse líneas de expresión y arrugas. Por si fuera poco, el estrés contribuye a la pérdida del cabello ya que, a medida que los vasos sanguíneos comienzan a contraerse, priva a los folículos capilares del oxígeno, minerales y vitaminas que necesita. La situación es tal, que muchos dermatólogos están empezando a prescribir meditación a sus pacientes como un excelente remedio no solo para erradicar el estrés y alcanzar el equilibrio mental, sino para mejorar el aspecto de piel y cabello.

Nuestra expresión externa es un reflejo de nuestro mundo interior, nuestras células son más receptivas cuando estamos en un estado de calma. No es desatinado considerar la meditación como el antioxidante más poderoso para lograr una piel sana. Ya contamos con numerosos estudios que lo confirman, disminuir las hormonas del estrés refuerza la barrera cutánea, frena la inflamación, oxigena las células y estimula el drenaje linfático. Ya que la simple aplicación tópica de un cosmético no puede llegar al cuidado de nuestro yo más profundo, hagamos que el cuidado personal, en su sentido más espiritual o filosófico, pueda tener su reflejo en la piel. “Si quieres ser bello, trabaja tu interior. El pensamiento es lo que diseña y cincela tu rostro”, asegura Vishal Krishna Sharma en su libro Belleza sin maquillaje, algo grabado en el ADN de Oriente pero nada sencillo de interiorizar en Occidente. ¿Por qué nos cuenta tanto ejercitar la introspección?

Meditar es una poderosa herramienta que nos permite conectar con nuestro interior y dicen que el secreto del éxito de muchos de los personajes más transcendentales de la Historia. La cantante Tina Turner logró sacudirse el yugo de la relación abusiva con Ike Turner gracias a las prácticas budistas. Plantearse dedicar unos pocos minutos al día a esta técnica catártica, no parece descabellado… Y aunque si pensamos en meditación automáticamente nos viene a la mente estar sentados en posición de loto sin hacer otra cosa que saborear el silencio o enfrentarnos a nuestros propios pensamientos, ¡con todo lo que tenemos que hacer!, lo cierto es que hay muchas formas de meditar que no implican tantos requisitos. Es cuestión de buscar la que resuene con nosotros.

Una buena forma de hacerlo cada día, que además redundará en la belleza de la piel, es establecer intenciones. La gratitud se ha infiltrado en la industria de la belleza para hacerla más amable. Estar presente, practicar el amor propio y agradecer mientras nos aplicamos una loción hidratante, pueden constituir la mejor manera de meditar y optimizar el ritual de cuidado facial. Hay una delgada línea entre el self-care y el skin-care, titulaba la revista digital Nylon en uno de sus últimos artículos. Hacer un trabajo interno profundo en el que la gratitud sea parte esencial de la rutina, entrenar nuestro cerebro para erradicar distorsiones cognitivas, los estudios demuestran que las afirmaciones aumentan la actividad cerebral en las áreas asociadas con la recompensa y la valoración.

Recitar afirmaciones dos veces al día durante al menos ocho semanas y escribir un diario de gratitud, pueden llegar a transformar la piel, según afirma el mítico Dr. Howard Murad, para quien la belleza es tan solo una cuestión de actitud. Algo que corrobora la experta en psicodermatología Amy Wechsler, quien afirma que cuando estamos agradecidos, hay cierta luz que emana de nuestros ojos. Mirar la piel a través de la lente del amor y no del juicio. Imaginemos deslizando la suntuosidad de Thermal Cleansing Balm de Omorovicza suavemente por nuestra piel mientras recitamos “gracias piel, por extraer la suciedad de mi interior”; rociar Queen of Hungary Mist cerrando los ojos y sintiendo plenamente el aroma de sus hidrolatos de flores y aceites esenciales y agradecer su acción calmante y humectante.

Imaginemos masajear Essential Fx Acyl-Gluthatione Smoothing & Brightening Under-Eye Cream de Perricone MD en las patas de gallo y expresar “gracias arrugas, por esos momentos de risas y felicidad”; o agradecer el confort y la calma que aporta el aceite esencial de rosa de Renewing Rose Body Oil de Aromatherapy Associates o la flor de loto de Snow Lotus Lifting Serum de Boutijour. Cerrar los ojos, agradecer, establecer intenciones… Es una forma de meditar que lleva muy pocos minutos al día y es igualmente efectiva. Meditar tan solo cinco minutos al día, controlar la respiración, entregará oxígeno a la piel, que es vital para promover la salud celular, ya que esos niveles altos de oxígeno tienen un efecto rejuvenecedor, ayudarán a equilibrar el organismo y acelerarán la reparación de células y tejidos aportando un brillo fresco y juvenil al cutis. Si a pesar de todas estas argumentaciones todavía no te hemos convencido, hay pequeñas ayudas que nos introducen en un estado meditativo sin apenas darnos cuenta. Unas pocas gotas de De-Stress Frankincense Pure Essential Oil en Home Fragrancer Electric, generarán una atmósfera de paz mental y satisfacción en el entorno, ya que el incienso es reconocido por sus increíbles propiedades reconfortantes, útil para visualizar y mejorar la conexión espiritual con nosotros mismos, ayudándonos a superar el estrés y la depresión.