Perfecta para una puesta a punto o cómo tónico post-limpieza, Queen of Hungary es una bruma purificadora e hidratante, inspirada en el agua de la Reina de Hungría (Sisi Emperatriz), el cual fué el primer perfume registrado en el mundo, formulado en el siglo XIV.
Un poco de historia:
Cuando se crea un nuevo producto de belleza, si además de sus beneficios detrás hay una bonita historia, todo adquiere un sentido mucho más mágico. Esto ocurre con esta bruma facial que, aunque es de creación relativamente reciente, su esencia nos traslada hasta el siglo XIV, a la era medieval en la bella Hungría. Es por aquel entonces cuando se creó la HUNGARY WATER, considerada como la primera fragancia registrada y sobre la cual se asientan miles de leyendas, entre las que destacan especialmente dos: era la fragancia de la reina Isabella de Hungría (aunque las fechas no terminan de encajar) o, aunque realizada en Hungría, puede que fuera diseñada para la reina Isabel de Polonia, consorte del rey Casimiro. Entre los objetivos de su creación, también hay diferentes versiones: puede que se creara únicamente con la intención de ser un perfume exclusivo para ella, denotando así una mayor diferenciación sobre los demás miembros de la corte; se cree también que pudo surgir como una fragancia que combatía el reumatismo; o, incluso, puede que fuera un remedio para prevenir la famosa peste negra que, por entonces, asolaba Europa.
¿Qué debes saber?
Se inspira en la primera fragancia registrada de la historia y se completa con ingredientes que tratan la piel.
¿Cuáles son las notas olfactivas?
Flor de Azahar, Agua de Rosas y Salvia.
¿Sabías que se puede usar para sellar el maquillaje?
Se puede utilizar como tónico, previo al serum y la crema, o muchos maquilladores lo utilizan cuando ya han maquillado, porque ayuda a que el pigmento se selle sobre la piel.