Imperfecciones, la nada perfecta tendencia que están siguiendo nuestras pieles
Comedones, pápulas, pústulas e incluso nódulos. Estamos percibiendo un incremento de las manifestaciones clásicas de lo que en términos generales se denomina “imperfecciones”, una suerte de despropósitos epidérmicos de origen multifactorial (estrés, desequilibrio hormonal o el uso de mascarillas de protección) que están haciendo de las suyas en estos tiempos de incertidumbre.
Desde los clásicos puntos negros a erupciones que, incluso, pueden dejar cicatrices residuales, este fenómeno de masiva eclosión, está haciendo mella en nuestras pieles. “Las imperfecciones surgen por el taponamiento del folículo pilosebáceo que se puede producir por diferentes causas y provoca desde problemas leves a lesiones más graves, como nódulos o quistes”, aclara Estefanía Nieto, Asesora Técnica de Pure Skincare.
“A menudo es una problemática asociada a las pieles grasas con una producción excesiva de sebo y tendencia a congestionarse. Esto provoca proliferación bacteriana, infección y brotes de acné. Pero cada vez es mas común ver casos de imperfecciones en pieles maduras y deshidratadas”.
¿Qué causa las imperfecciones?
Una secreción excesiva de sebo, en combinación con la suciedad y toxinas que se encuentran en el ambiente, taponan el folículo, las células muertas se acumulan, produciendo lo que se denomina hiperqueratosis (congestión y obstrucción), derivando en el clásico fenómeno que todos hemos sufrido en algún momento denominado “puntos negros” o comedones.
Si la cosa se complica, hacen acto de presencia el enrojecimiento y la inflamación, que suelen ir acompañados de picor e, incluso, aumento de la temperatura por la presencia bacteriana, dando lugar a pápulas.
Si estas pápulas se reabsorben, estará todo controlado, pero si empeoran, llegamos al siguiente nivel derivando en pústulas. Pero estas pueden evolucionar a un absceso que, si se rompen, pueden generar cicatrices residuales. Un panorama nada halagüeño…
Enfoque terapéutico
Se puede poner freno si diseñamos una rutina de cuidado facial específica, incluyendo la doble limpieza y exfoliaciones frecuentes para asegurarnos de que el poro se mantiene limpio, ingredientes sebo-reguladores y antibacterianos, e hidratantes con texturas livianas que no aporten un exceso de lípidos.
Un enfoque moderno es el que atribuye la culpa al desequilibrio del microbioma cutáneo, que provoca mayor presencia de bacterias “malas”, como la Propionibacterium Acnes, la causante del acné. Por lo que, un aporte tópico de pre y probióticos, resulta una alternativa prometedora.
Los ineludibles: ácido salicílico, por su poder lipófilo (combina bien con los lípidos naturales de la piel) y su acción exfoliante, que permite desobstruir el folículo, limpiar la glándula sebácea y regular su actividad.
Los discos tonificantes y exfoliantes de uso diario Blemish Control Pads de Medik8, son una opción respetable con la integridad cutánea (incorporan Alantoína, que promueve la curación, acelera la renovación celular y suaviza la piel).
El ácido mandélico, un alfa-hidroxiácido que actúa tanto en superficie como dentro de los poros, asegura una exfoliación eficaz pero suave. Además, activa la renovación celular y regula la glándula sebácea. Está presente en Clarifying Foam de Medik8, una espuma limpiadora evanescente que, además, lo combina con acido salicílico, para purificar y renovar en profundidad.
Si se combina con la hidratante matificante ligera Refining Moisturizer, el aporte de ácido mandélico estará más que asegurado. Además de Trébol Rojo, un extracto botánico excepcional que reduce la producción de sebo y minimiza el tamaño de los poros por su acción astringente.
Enzimas, como la subtilisina de Enzyme Cleanser de Barbara Sturm, un limpiador de polvo-a-espuma, no solo proporciona una limpieza profunda y suave, sino que su complejo enzimático acaba con las células muertas y reduce el exceso de sebo.
Activos específicos
Es el activo tendencia por muchas razones: la niacinamida. Antinflamatoria por excelencia, contribuye además a disminuir la pigmentación post inflamatoria y aportar un plus antioxidante. La encontramos en un buen porcentaje en Clarity Peptides de Medik8, un 10%, con zinc (antibacteriano) y péptidos, que promueven la claridad de la piel.
La plata coloidal es el activo curativo ancestral que mayor poder bactericida tiene además de antiinflamatorio. La gama Silver de Omorovicza es rica en este ingrediente curativo. Silver Skin Saviour es como un chaleco salvavidas de la piel. Es el tratamiento perfecto para pieles propensas a las imperfecciones.
Combina la plata coloidal con niacinamida, que curan y alivian el enrojecimiento y la inflamación, y ácidos salicílico y glicólico, que destapan los poros revelando una piel más clara, suave y saludable.
En la lucha encarnizada contra las imperfecciones no podemos obviar la vitamina A, en forma de Retinaldehydo, por sus potentes efectos antibacterianos, regenerantes y homogeneizantes. La familia Crystal Retinal de Medik8, en sus versiones 3, 6 y 10 (de menor a mayor concentración), presume de este ingrediente milagroso en forma de Retinaldehído encapsulado.
Estos sueros nocturnos ayudan activamente a reducir las bacterias causantes de imperfecciones, arrugas, falta de firmeza y textura irregular, al tiempo que promueven un tono uniforme, convirtiéndose así en la mejor alternativa para pieles maduras con problemas.
Un nuevo enfoque
Por último, los pre y probióticos, esos ingredientes cosméticos de última generación. Un nuevo enfoque que se centra en mantener la integridad de la barrera cutánea alimentando la microflora para hacerla más resistente y combatir de forma natural la proliferación de bacterias malas.
Balance Moisturiser & Glycolic Acid Activator de Medik8, es un tratamiento hidratante ligero que controla la producción de sebo. Su fórmula combina pre y probióticos para reequilibrar el microbioma, además de canela, que trabaja en sinergia para reducir el nivel de bacterias, y beta-glucanos y niacinamida, que mantienen la hidratación y calman la piel.
Incluye el refuerzo Glycolic Acid Activator, para ser usado 2-3 veces a la semana, aplicado a modo de serum antes de Balance Moisturiser, para disolver el exceso de células muertas y mejorar la absorción del tratamiento equilibrante.