¿Con qué se puede usar el ácido hialurónico?
Aunque pertenezca a la familia de los ácidos, no es exfoliante, como sí ocurre con casi todos los demás. Además, es como el blanco, que “pega con todo”, pero ¿Cómo conviene mezclarlo para mejorar sus resultados?
Hay colores que pegan con todo o eso dicen los expertos en moda, y parece ser que el ácido hialurónico es el activo cosmético “comodín” en cuanto a combinación con cualquier otro ingrediente cosmético. Aunque pasen los años, las búsquedas de “ácido hialurónico” en Google siguen siendo las principales y es, probablemente, porque es el activo que más gente conoce, incluso por parte de aquellos y aquellas principiantes en el cuidado de la piel.
Como ya sabremos la mayoría: “Tiene una capacidad muy fuerte para aportar y retener la hidratación en la piel. De hecho, aporta más de 1.000 veces su propio peso en agua al atraer la humedad de la atmósfera hacia el interior de la piel. El suero Hydr8 B5 es un claro ejemplo de ello, ha sido durante años el best seller de la marca Medik8.
Esto ya de por sí da para un grandísimo titular, pero ¿en qué se traduce? Desde la firma Perricone MD explican que al aportar humedad, hidrata en profundidad la piel y consigue una piel más suave y con mayor grosor, reduciendo la aparición de las arrugas y las finas líneas en la cara.
Esto hace que sea uno de los ingredientes cosméticos favoritos de las pieles más sensibles, las cuales suelen tener la piel con falta de hidratación, siendo un principio no irritativo que les aporta toda la humedad que no son capaces de retener por sí mismas.
Dicho esto, todo parecen bondades. Sin embargo ¿combina bien con los ingredientes más comunes? La teoría dice que es un bienqueda dentro de la cosmética. ¿Cómo favorece a sus otros amigos, como el retinol o los AHAs?
1 - Retinol
Cuando hablamos de retinol, nos referimos también a otros activos como el retinal o el retinyl retinoato. Son derivados de la vitamina A ideales para promover la producción natural de colágeno y elastina y el ingrediente estrella antiedad. Es capaz de trabajar la renovación celular y renovar la piel desde las capas más profundas, permitiendo que pasen a las superficie, revelando un aspecto más joven y saludable.
Cualquiera de las opciones de vitamina A funciona perfectamente con el ácido hialurónico. Este ácido hidratante amplifica los mecanismos antiinflamatorios que pueden evitar determinados casos de irritación, algo que suele producirse cuando empezamos a usar retinoides, sobre todo durante el primer mes de retinización de la piel. Esa irritación puede producir deshidratación al inicio, algo que se puede evitar con una correcta hidratación usando productos ricos en ácido hialurónico.
2 – Niacinamida
La niacinamida es un derivado de la vitamina B, también conocida como vitamina B3, cuyo efecto en la piel es fundamentalmente calmante. Consigue equilibrar las pieles irritadas, reduce la inflamación en caso de tener granos y ayuda también a tratar la pigmentación al reducir la actividad de la tirosinasa, responsable de la producción de melanina, al mantener el tejido en tranquilidad.
La niacinamida funciona fenomenal con el ácido hialurónico. Son dos principios con base de agua y trabajan en sinergia ayudando a mantener la piel hidratada. El ácido hialurónico facilita la acción calmante de la niacinamida al aportar humedad en las pieles que tienen comprometida su barrera hidrolipídica.
3 – Vitamina C
La vitamina C es uno de los ingredientes preferidos en cosmética al ser perfecta para mejorar la síntesis de colágeno y elastina, mejora la luminosidad de la piel y unifica el tono al trabajar sobre el fotoenvejecimiento y la pigmentación inhibiendo la melanogénesis. Además, es un gran protector de la piel al ser un poderoso antioxidante capaz de frenar la actividad de los radicales libres.
Muchas veces, se recomienda combinar vitamina C y ácido hialurónico porque sus efectos fomentan la renovación de la piel al mantenerla hidratada, con aspecto saludable, rellena y luminosa, con un aspecto más relleno y rico en colágeno.
4 – Betahidroxiácidos
Entre estos ácidos, el principal es el ácido salicílico, famoso por ser liposoluble, lo que le da una capacidad increíblemente elevada para penetrar en la piel, siendo un profundo antibacteriano, exfoliante y seborregulador. Es por ello que es uno de los ingredientes estrella cuando se tratan situaciones de acné o casos severos de puntos negros.
El ácido salicílico puede, en ocasiones, dejar la piel con una sensación de extrema sequedad. Ahí es donde entra a jugar el ácido hialurónico, compensando esa sensación al llenar la piel de hidratación.
5 – Alfa y polihidroxiácidos
Son ácidos cuya finalidad principal es exfoliar, mejorar la superficie de la piel, retexturizándola y unificando el tono. Entre los alfahidroxiácidos más conocidos, encontramos algunos como el ácido glicólico,proveniente de la caña de azúcar, es fácilmente absorbible por la piel. Suaviza las finas líneas y arrugas, deja la piel con un aspecto saludable, luminoso y con mayor colágeno. Otro alfahidroxiácido reputado es el láctico, un carbohidrato que encontramos en la leche. Exfolia y ayuda mejorar la hidratación natural de la piel, dejándola luminosa y jugosa. Tiene un efecto similar a la gluconolactona, un polihidroxiácido que se usa más en pieles sensibles por tener menos efectos secundarios que los alfahidroxiácidos.
Los ácidos exfoliantes pueden irritar la piel cuando se empiezan a utilizar, como ocurre a veces con el retinol. El ácido hialurónico, al hidratarla, las calmará, evitando así cualquier pelado que pueda aparecer por el efecto peeling.
6 – Ceramidas y Omegas
Las ceramidas y los omegas aportan ácidos grasos a la piel y son fundamentales para reforzar la barrera hidrolipídica de la piel, la capa más superficial que protege al tejido de la pérdida de humedad y la hidratación. Una piel con una barrera débil suele presentar irritación y descamación.
Aunque el ácido hialurónico y los ácidos grasos son, literalmente, como el agua y el aceite, aparentemente incompatibles, pero ambos trabajan en sinergia para mantener la piel equilibrada en cuanto a hidratación y nutrición. Mientras que el primero se encarga de aportar humedad, las ceramidas y los omegas se ocupan de que esa humedad no se pierda y se mantenga en la piel, creando una película protectora.
7 – Glicerina y Urea
La glicerina y la urea son ingredientes que mejoran los niveles de hidratación de la piel al aportar y atraer humedad, de igual modo que hace el ácido hialurónico, trabajando sobre la capa más superficial de la piel.
Mientras que la glicerina y la urea hidratan y nutren la superficie del tejido cutáneo, el ácido hialurónico, cuando se formula con diferentes pesos moleculares, consigue humectar las capas más profundas. En conjunción, todos los principios ayudarán a evitar la sequedad y mantener la piel repulpada” - explica Marta Agustí, del equipo técnico de Pure Niche Lab.
8 – Escualano
De nuevo, hablamos de hidratación y nutrición de la piel. El escualano es una fuente de lípidos que mejora la elasticidad e hidratación de la piel al ofrecer hidratación y reforzar la barrera de la piel. Además, ofrece efecto booster al ser un principio que produce el organismo; este lo identifica como un agente propio, permitiendo así la penetración de diferentes ingredientes.
Como ocurre con las ceramidas y los omegas, el escualano es fundamental para ofrecer una barrera protectora a la hidratación de la piel, para que no pierda la humedad. Con el ácido hialurónico, trabajará en conjunto para que a todos los niveles la piel esté equilibrada y jugosa, evitando deshidratación, tono apagado y arruguitas.