¿Deberíamos cambiar nuestra rutina de belleza por el uso de mascarillas?
Lo que empezó siendo una sugerencia titubeante: que sí es necesaria, que solo los grupos de riesgo, que no hace nada, que por si acaso mejor llevarla… Ha terminado convirtiéndose en una obligación. El uso de mascarilla de protección, es una realidad incuestionable. Pero como pasa con muchas cosas en la vida, no te das cuenta de sus inconvenientes hasta que la usas. Ya lo vimos con los testimonios del personal médico: llagas, irritaciones y lo que el creativo mundo de la belleza no ha dudado en denominar “maskné”, el acné producido por el uso de este artefacto facial.
Y es que el efecto sauna que provoca no es inocente ni inocuo, máxime con las altas temperaturas del verano, porque el aliento queda retenido generando un ambiente cálido y húmedo, un terreno abonado para la proliferación de bacterias e incluso hongos. Esta acumulación de sudor y sobreproducción de sebo debido a la naturaleza oclusiva de las mascarillas de protección, genera un entorno hostil que pasa factura a la piel. y llegados a este punto, ¿puedo seguir utilizando los mismos productos cosméticos o es necesario reemplazarlos?
La cosmética puede ayudar (y mucho) a prevenir e incluso curar estos indeseables efectos, pero dada su idiosincrasia, un tipo de productos ayudará más que otros. Aquí algunos consejos:
Limpiadores en gel en lugar de bálsamos
Bálsamos, aceites y emulsiones ricas son estupendas para limpiar con eficacia y acabar con toda la suciedad acumulada, bien sea por maquillaje o polución que se queda adherida a los poros, pero el microclima que generan las mascarillas pide a gritos limpiadores espumosos que además tengan cierta actividad antibacteriana para mantener a salvo la piel. Los Alfa y Beta-Hidroxiácidos son grandes aliados, no solo acaban con las impurezas y las bacterias que las causan, sino que producen una ligera exfoliación que impulsa la regeneración y uniformiza la textura.
Buenas opciones: Pore Cleanser Gel Intense de Medik8, contiene ácidos salicílico, láctico y mandélico, que descongestionan, eliminan el sebo enquistado y limpian en profundidad; Clarifying Foam de Medik8, que se decanta por el aceite esencial de árbol del té, de acción bactericida, para reducir las imperfecciones además de niacinamida, para controlar la inflamación; y Vitamin C Ester Citrus Brightening Cleanser de Perricone MD, una bomba de luminosidad y efecto buena cara gracias a su elevada dosis de vitamina C Ester (la menos irritante y más estable de todas las vitaminas C del mercado), DMAE pro firmeza y antiarrugas, y complejo de cobre, que aporta hidratación y vitalidad a los tejidos.
Hidratación ligera versus rica
Si queremos confort, la textura crema sin duda gana, pero con el efecto sauna que provocan las mascarillas, lo que pide la piel a gritos son elixires ligeros, livianos, de absorción rápida, pero cargados de activos que mantengan la piel nutrida. Una buena opción: la hidratación líquida, como Omoressence de Omorovicza. No, no es un serum, ni una hidratante estándar, pero nos aporta la carga de activos que necesita la piel en verano. Pertenece a la categoría de Esencia, de textura acuosa y ultra sensorial que se aplica suavemente con ayuda de los dedos, esencial en el ritual de belleza coreano, no en vano, las denominan “aguas milagrosas”, su posición en la jerarquía se ubica entre el tónico y el serum, y su misión es enriquecer la rutina de cuidado facial optimizando los activos que se apliquen después al tiempo que equilibra y retiene la hidratación.
En el caso de Omoressence, lo interesante además de su aporte de hidratación instantáneo y su acción protectora contra agresores medioambientales (gracias a los polisacáridos de Rhamnose, que además de evitar que se acumulen bacterias dañinas en la superficie de la piel y reducir la inflamación, previenen el daño causado por la polución y la radiación ultravioleta), es que contiene silicio orgánico (restablece los niveles de colágeno, restaura y aporta elasticidad a los tejidos y un ligero efecto tensor), aminoácidos (colaboran en construir colágeno y elastina, las proteínas de sostén de la piel), y la carga mineral que nos asegura el complejo patentado de la marca, Healing ConcentrateTM.
Otras interesantes opciones son las que nos regalan el activo pro hidratación por excelencia: el Ácido Hialurónico, como Hyaluronic Serum de Barbara Sturm (combina diferentes pesos moleculares para hidratar en capas superficiales y profundas de la piel, y verdolaga, antioxidante, antiinflamatorio y antiedad), Hyaluronic Acid Aqua Booster de 111Skin (ácido hialurónico de bajo peso molecular para penetrar a capas profundas, jugo de aloe vera para reparar y calmar, y niacinamida para uniformizar y aportar luminosidad) o Snow Lotus Lifting Serum de Boutijour, que además viene cargado de loto de las nieves y niacinamida para calmar, equilibrar y aportar ese aspecto jugoso tan ansiado.
Atención zonas específicas
Es probable que de forma habitual no suframos brotes de acné, sin embargo, es un fenómeno que se ha multiplicado con el uso de mascarillas. No viene mal tener a mano un producto específico que vaya directo al grano –nunca mejor dicho–, como geles diana o pads purificantes: Blemish SOS o Blemish Control Pads de Medik8, son grandes aliados. Ambos son lo que se denominan tratamientos diana, directos al objetivo, para ser aplicados únicamente en las zonas conflictivas.
Blemish SOS es un gel de acción rápida de aplicación localizada que asegura minimizar los brotes en tan solo 24 horas, y está tan seguro porque combina los activos estándar de oro para enfrentarse a las impurezas y sus secuelas: ácidos salicílico (desincrusta los poros), azelaico (antibacteriano) y octadecenodioico (inhibidor directo de la tirosinasa, aliado para evitar la pigmentación post inflamatoria causada por el acné, y del crecimiento de propionibacterium acnes) y niacinamida (calma la inflamación y reduce rojeces).
La versión pads es un práctico formato que se puede aplicar por las zonas afectadas o todo el rostro ya que, su fórmula, además de un 2% ácido salicílico (la fuerza máxima disponible sin receta para obtener resultados óptimos), incluye raíz de consuelda, una hierba ancestral conocida por sus propiedades terapéuticas, y Alantoína, que promueve la curación, acelera la renovación celular y suaviza la piel.
Un consejo a la hora de elegir qué tipo de mascarilla usar: las reutilizables de algodón, que es un tejido transpirable y, por lo tanto, menos irritante para la piel, son una buena opción. A la hora de lavarlas mejor hacerlo con soluciones jabonosas hipoalergénicas y sin fragancias, no olvidemos que todo lo que apliquemos a la mascarilla estará en contacto con nuestra piel, por tanto químicos y sustancias agresivas dejarán sus secuelas. Añadir un chorrito de vinagre, un remedio de abuela de toda la vida, completará la desinfección ya que se trata de una sustancia con gran poder bactericida, fungicida y viricida.
El consejo primordial: mantener una barrera cutánea fuerte que ayude a prevenir la propagación de bacterias, virus e infecciones de forma natural. Una buena idea es buscar productos que incorporen pre y probióticos para mantener la microbiota de la piel en perfecto estado. Balance Moisturiser with Glycolic Acid Activator de Medik8, es una interesante mezcla de alto rendimiento con prebióticos y probióticos diseñada para reequilibrar el microbioma de la piel, promoviendo un cutis sano y jugoso. La crema hidratante equilibrante de acabado mate combina lactobacilos con polisacáridos, extracto de canela, que trabaja en sinergia para reducir los niveles de bacterias que causan imperfecciones, y beta-glucanos, que mejoran la capacidad de la piel para repararse a sí misma.
Incluye un poderoso activador, Glycolic Acid Activator, un refuerzo exfoliante con Ácido Glicólico y Ácido Hialurónico, desarrollado para activar el tratamiento (unas gotas 2 o 3 veces en semana) y potenciar la acción de la hidratante permitiendo que penetre con mayor facilidad debido a la acción exfoliante profunda del alfa-hidroxiácido.