¿Cómo escoger el exfoliante correcto para cada piel?

La guía definitiva para saber qué exfoliante debes utilizar para las diferentes necesidades de la piel.

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Para tener una rutina de belleza completa debemos incorporar el uso de un producto exfoliante. Pero no te preocupes, no a diario.

¿Se te ha enrojecido la piel por usar exfoliantes? ¿Es bueno o malo? ¿Sabes qué exfoliante debes usar según tu piel? ¿Y cuántas veces? ¿Qué textura es la adecuada para ti? Queremos responder estas preguntas.

La duda más común: ¿exfoliante granulado o a base de ácidos?

Los exfoliantes granulados o físicos son los que incluyen partículas, irregulares o esféricas, y actúan en las capas superficiales de la piel mediante la fricción de estas micropartículas.

“Este tipo de exfoliantes mecánicos son adecuados para aplicar en zonas del cuerpo, como glúteos, brazos y piernas. En cambio, su utilización en rostro y cuello, que tiene una piel más fina y sensible, puede causar procesos inflamatorios”, comenta Ana Yuste, responsable de formación de Aromatherapy Associates. En este sentido, “es importante que los gránulos estén tratados y formados sin aristas para evitar microheridas. Para ello, se recomienda siempre esferas de semillas, como las del albaricoque, y es importante evitar opciones como las sales o los gránulos de azúcar”, añade Bella Hurtado, directora técnica de Boutijour.

En cambio, los exfoliantes con ácidos son adecuados para el rostro, y penetran en las diferentes capas de piel y las van renovando. “Suelen presentar menos efectos secundarios. Trabajan rompiendo los enlaces que unen las diferentes células muertas de la piel, consiguiendo que se desprendan y se fomente la regeneración celular”, explica la biotecnóloga y cosmetóloga Sonia Ferreiro, responsable técnica de Ambari Beauty. “En la familia de los ácidos, la categorización más común los divide en alfahidroxiácidos, betahidroxiácidos y polihidroxiácidos. Cada uno de ellos tiene unas características, pesos moleculares y maneras diferentes de actuar sobre la piel. La piel se beneficia de unos u otros hidroxiácidos según sea su condición más o menos grasa”, aclara Raquel González, cosmetóloga y directora de educación de Perricone MD. 

 

Para pieles secas: ácido láctico

Si preguntamos a la experta Sonia Ferreiro, nos explica que: “Es el exfoliante ideal para las pieles secas porque es hidratante y nutritivo; aumenta los lípidos que conforman la barrera de la piel, permitiéndole retener el agua”. Sobre los orígenes del principio, nos explica que: “El ácido láctico es un alfahidroxiácido que se encuentra en los lácteos y se puede extraer también de los hidratos de carbono por fermentación. Como los demás ácidos, es capaz de romper los enlaces entre las células de la piel, facilitando que el tejido muerto se deprenda”.  

Piel grasa o con acné: ácido salicílico

Para las pieles grasas el mejor aliado es el ácido salicílico. Un exfoliante con este componente seborregula la piel equilibrando los niveles de grasa del rostro.  “El ácido salicílico es un BHA liposoluble, lo que hace que traspase la barrera hidrolipídica de la piel y penetre profundamente en los poros exfoliando eficazmente y reduciendo el sebo, evitando cualquier obstrucción que pueda dar lugar a procesos acneicos”, comenta Raquel González, de Perricone MD. Además, se suele prescribir en casos de acné porque: “pertenece a la familia de las aspirinas, lo que le dota de beneficios antiinflamatorios, pudiendo calmar la rojez que se presenta con los granitos, acelerando su curación”, concluye.

 

 

Piel sensible: polihidroxiácidos y enzimas

Las pieles sensibles suelen tener comprometida la barrera hidrolipídica. Es por ello que se deben evitar ciertos ácidos en los exfoliantes ya que tienen acción seborreguladora (en mayor o menor medida) y tienden a eliminar una cantidad de lípidos necesarios para las pieles sensibles. Además, por sí mismos, pueden resultar relativamente inflamatorios en pieles sensibilizadas. “Para que estas pieles puedan renovarse, pero sin causar irritaciones, se debe acudir a exfoliantes que permitan exfoliar desde una aproximación mucho más suave. En este sentido, los mejores aliados son los polihidroxiácidos y las enzimas exfoliantes”, comenta Elizabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8. La experta explica que: "Dentro de los polihidroxiácidos (PHA), destacan algunos como la gluconolactona o el ácido lactobiónico. Los PHA tienen una estructura parecida a la de los alfahidroxiácidos y funciones similares, aunque tienen un peso molecular mucho mayor, por lo que penetran menos en la piel, resultando mucho menos irritantes”.

En cuanto a las enzimas, “también tienen capacidad exfoliante. Son unas proteínas que ayudan a que las células de la piel se comuniquen mejor, optimizando la renovación metabólica del tejido cutáneo. Aunque exfolian, lo hacen de una forma diferente, más gentil con la piel. No irritan y poseen gran capacidad antiinflamatoria”, argumenta desde Perricone MD Raquel González.

 

 

Pieles maduras y/o resistentes: ácido glicólico

El ácido glicólico es uno de los ácidos exfoliantes con más fama por su capacidad para mejorar la luminosidad y textura de la piel. Los resultados de este componente son asombrosos pues hacen que la piel se vea radiante. Esto se debe a que “es el alfahidroxiácido con menor tamaño molecular, por lo que penetra eficaz y profundamente, rompiendo los enlaces celulares y permite revelar nuevas capas de la piel, llevándolas desde abajo hacia la superficie. Una exfoliación con ácido glicólico dos o tres veces a la semana fomenta la renovación celular, lo que se traduce en una piel de aspecto más sano y joven”, concluye Estefanía Nieto, de Omorovicza.