Entendiendo el ACNÉ ADULTO, un mal de proporciones “epidérmicas”

“Hola, me llamo Clara y sufro acné adulto”. Solo me falta la banda para censurar la mirada en un intento de ocultar uno de los problemas epidérmicos que más mina la autoestima. Lo más triste (o consolador, según se mire) es que no estoy sola. La comunidad de damnificados por el acné es prolija. Hace unos años este problema dermatológico se podía considerar la excepción, hoy prácticamente es la regla. De la venta total de productos de cuidado de la piel en www.net-a-porter.com, la gran mayoría son para tratar el acné. Según un estudio publicado en la revista Clinical Cosmetic and Investigational Dermatology, se ha constatado un aumento significativo de casos de acné en edad adulta, especialmente en mujeres. ¿Las causas? Muchas… ¿Soluciones? Pocas… Los dermatólogos parecen no tener del todo claro qué está causando estos brotes masivos y por qué van en aumento.

Se ha constatado un aumento significativo
de casos de acné en edad adulta

 

 

 

A pesar de todo, me considero muy afortunada. Mi profesión me ha permitido probar muchos remedios, ahondar en las causas, conocer a muchos profesionales, e, incluso, intentar ir más allá para atesorar toda la información y evidencias científicas sobre el acné en un intento de ponerle remedio. Harta de experimentar los mediocres resultados que el Peróxido de Benzoilo y otros químicos tenía en mi piel (es como matar mosquitos a cañonazos), recurrí a la Medicina Tradicional China en busca de respuestas. Había leído lo suficiente como para intuir que sus principios y enfoque tenían una lógica aplastante. Buenas vibraciones.

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Para la medicina china, igual que para la occidental, los tipos de acné son similares, según explica el Dr. Mazin Al-Khafaji, de la clínica Avicenna en Londres: adolescente, nodular quístico y femenino post-adolescente u hormonal, y las causas múltiples. En el adolescente, el detonante es un excesivo “calor húmedo” en pulmones, estómago e intestinos. Como esos órganos no pueden lidiar con ese excesivo calor húmedo, se descargan a través de la piel provocando grasa, pápulas y pústulas. En el nodular quístico (este es más severo y cruel), además calor húmedo se produce un estancamiento de calor tóxico (otro término metafórico en la medicina china que expresa la manifestación severa de inflamación e infección), manifestándose en la piel mediante nódulos y quistes que suelen dejar cicatrices (la huella indeleble del acné). En el femenino post-adolescente, el culpable es el síndrome denominado “calor en la sangre” junto a “éxtasis de sangre”, relacionados directamente con los trastornos menstruales y de la fisiología hormonal femenina. El Dr. Al-Khafaji da respuesta a estos casos especialmente con terapia herbal específica para tratar estos síndromes, de forma tópica e interna; acupuntura y gua sha facial, sin embargo, a pesar de estar muy de moda, no los considera del todo efectivos para erradicar este complejo problema.

 

También acudí al Ayurveda. De sus postulados deduje que hay un factor fundamental para entender el acné: Ama (en sánscrito), ¡toxinas!, que circulan por todo el cuerpo y a través de la circulación sanguínea se acumulan en las áreas más débiles. Para el Ayurveda, la raíz y desencadenante de todas las dolencias es el Ama, bloquea los intestinos, por tanto no hacen su función de asimilación y absorción de los alimentos correctamente, bloquea las venas y las arterias, y la sangre intoxicada circula por todo el cuerpo, acumulándose en los sitios más sensibles, debilita los órganos, debilita el sistema inmunológico y se termina manifestando de diversas formas (y la piel termina siendo su diana). Pero aquí no acaba la cosa, las emociones reprimidas también pueden provocar Ama, el miedo o la ansiedad reprimidos, pueden alterar la flora del intestino grueso provocando gases, dolor o estreñimiento.

Los rituales coreanos de 10 pasos,
por muy tendencia que sean, pueden ser más contraproducentes que beneficiosos

Me costó mucho entender (y aceptar) por qué me estaba sucediendo eso. A día de hoy todavía me cuesta, pero tengo más claro cuáles pueden ser los motivos. En este punto llegué a muchas conclusiones, los responsables directos del acné eran varios, pero básicamente dos: desequilibrio hormonal (y no me refiero solo al aumento de testosterona o el desequilibrio estrogénico, sino a la sobreproducción de cortisol y todo lo que el muy pendejo provoca. Agotamiento suprarrenal, es la palabra clave) y exceso de toxinas en el organismo, si hablamos a nivel interno, pero también factores externos como la polución, desequilibrio en el microbioma de la piel o cosméticos mal elegidos que terminan bloqueando los poros y entorpeciendo el correcto funcionamiento de las glándulas sebáceas. Pido disculpas, pero los rituales coreanos de 10 pasos, por muy tendencia que sean, pueden ser más contraproducentes que beneficiosos por varias razones: un exceso de producto, si además no está bien prescrito, termina saturando la piel, debilitando la barrera cutánea y alterando su normal funcionamiento.

Y aunque es cierto: la máxima “si comes chocolate sufrirás acné” no es más que una leyenda urbana, lo que sí han constatado los científicos es que una dieta rica en azúcares (de alto índice glicémico) es responsable directo del problema ya que promueve la inflamación del organismo que conduce a los temidos brotes en personas predispuestas. Y es que la dieta es un factor de curación fundamental. “Cualquier hombre sabio debe conocer que la salud solo es una consecuencia de nuestros hábitos, haz de la vida el único y verdadero remedio”, dijo el sabio Avicena, y no le faltaba razón, pero, salvo que vivamos como ascetas en un entorno puro ingiriendo alimentos limpios y no procesados, mantengamos la mente en calma sin que nada la altere e introduzcamos absoluta sencillez en nuestras vidas, la curación se antoja compleja…

Pero no quiero ser pesimista, porque soluciones efectivas hay, al menos para mantenerlo a raya. La terapia pasa por controlar qué ingerimos (alimentos verdes con gran cantidad de clorofila que oxigena las células, pero también de color naranja y rojo, un arsenal de antioxidantes y vitaminas fundamentales como la A y la C, las algas y los alimentos de color negro que, según la medicina china, fomentan la energía del riñón para dar un impulsito a las suprarrenales); apoyarlo con una buena suplementación (el zinc es esencial para controlar los brotes de acné, Ácidos grasos Omega 3 como los del Dr. Perricone, de acción antiinflamatoria, y especies botánicas, como la bardana, que desintoxica el organismo y elimina impurezas de la sangre, como las bacterias y las levaduras); y, por supuesto, un buen ritual de cuidado facial. Y aunque la ciencia todavía no ha dado con el activo héroe capaz de erradicar el acné sin efectos secundarios (hasta ahora la única que lo había conseguido era la isotretinoína, un derivado de la vitamina A, pero con graves efectos secundarios, como los defectos congénitos), sí hay unanimidad al confirmar la combinación de antiséptico tópico con retinoides como terapia de primera línea.

Productos como Crystal Retinal de Medik8, un suero nocturno con retinaldehído encapsulado en distintas intensidades en sus versiones 1, 3, 6 y 10, un poderoso derivado de la vitamina A (es capaz de ofrecer resultados comparables a la vitamina A de grado clínico actuando hasta 11 veces más rápido que las formas clásicas de retinol), no solo tiene una extraordinaria acción rejuvenecedora, sino que ayuda activamente a reducir las bacterias que causan el acné manteniendo la piel limpia y equilibrada. Porque esa es la clave para tratar las pieles maduras: tratar de sanearlas sin resecarlas ni agredirlas, algo que hacían los ingredientes anti-acné del pasado.

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Pero desglosando los pasos del ritual de cuidado facial, hay uno de ellos que es esencial: la limpieza. Debe ser profunda para desbloquear los poros, pero suave al mismo tiempo para no alterar el equilibrio del manto hidrolipídico ni la microbiota que habita en esas lindes. Las arcillas y barros son ingredientes excepcionales por su cualidad de absorber toxinas, suciedad y bacterias. Uno de los más elogiados es el barro negro húngaro, no solo por su acción absorbente y purificante, sino por la ingente cantidad de minerales sanadores que contiene, elementos esenciales para mantener la piel sana y equilibrada. Moor Mud a base de lodos húngaros es la colección más laureada de la firma Omorovicza por su completa e interesante formulación reforzada por su sistema patentado de suministro de minerales, Healing ConcentrateTM. Además del sanador efecto del lodo negro húngaro, Ultramoor Mud Mask, por ejemplo, contiene aminoácidos de acción exfoliante, plancton marino para rejuvenecer visiblemente la piel y arcilla Hectorita, un minera poco común de textura cremosa y alto contenido en silicio, el oligoelemento por antonomasia de la piel (favorece la síntesis de colágeno y elastina y mantiene la piel elástica).

Deep Cleansing Mask, además de arcilla blanca, también contiene aceites esenciales de salvia (antiséptico, regula la producción de grasa, reduce la inflamación y combate el acné), romero (antiséptico y antibacteriano), manzanilla (calmante y antiinflamatoria) y uno de los más interesantes para tratar el acné adulto de corte hormonal: el geranio. Además de ser un excelente tónico epidérmico que regula la grasa, regenera en profundidad y aporta tonicidad a los tejidos, también ayuda a equilibrar los ciclos naturales de la mujer por su acción equilibrante hormonal, y por si fuera poco, eleva el estado de ánimo, reduce la fatiga y promueve el bienestar emocional. Aceite esencial de geranio también los contienen Mattifying Purifying Facial Scrub y Mattifying Deep Cleanse Face Wash de Aromatherapy Associates, el dúo matificante de la firma experta en aromaterapia. Pero también otro producto muy interesante para tratar el acné: Super C30 Potent Vitamin C Antioxidant Serum de Medik8, que además del aceite esencial de geranio (de acción hormonal y equilibradora), y de cítricos (purificantes), contiene un 30% de ácido ascórbico etilado ultra estable (protección antioxidante contra los radicales libres dañinos, estimula la producción de colágeno, es bactericida, ataca la bacteria responsable del acné) y raíz de cúrcuma, de acción antiinflamatoria, antiséptica además de bloquear la enzima que produce melanina en la piel solucionando así el problema de la hiperpigmentación de las lesiones.

Otros productos también interesantes: la gama Blemish de Medik8, formulada específicamente para pieles aquejadas de acné, con productos tan interesantes como Clarifying Foam, un limpiador espumoso con alfa y beta hidroxiácidos que exfolian de forma suave evitando que los poros se obstruyan, y aceite esencial de árbol del té, utilizado desde antiguo por los aborígenes australianos como remedio herbal antimicrobiano ya que ataca las bacterias que causan imperfecciones; o Chlorophyll Detox Mask de Perricone MD, una interesante mascarilla gel-arcilla con clorofila, un pigmento antioxidante rico en nutrientes que se encuentra en las algas que purifica, oxigena y remineraliza, además de enzimas de papaya, de acción exfoliante intensa pero suave, evita que se obstruyan los poros y potencia la renovación natural de la piel.