¿Cómo crear una rutina diaria de cuidado facial?

Cuando descuidas tu rutina facial diaria de cuidado de la piel, es como perder algo que solías usar con frecuencia. No aprecias su importancia hasta que dejas de seguirla o, más precisamente, te das cuenta de su relevancia cuando te comprometes de manera estricta y notas cómo tu piel experimenta cambios significativos al aplicar los activos que necesita. En esta rutina esencial, aspectos clave incluyen la exfoliación regular con hidroxiácidos, la incorporación de antioxidantes valiosos como la vitamina C y otras vitaminas esenciales, además de un velo protector que retenga eficazmente todo en la piel para maximizar su actividad.

Tener claro que tipo de piel tienes

Determinar tu tipo de piel es esencial para establecer una rutina facial diaria efectiva que satisfaga las necesidades específicas de tu cutis. La clave para identificar tu tipo de piel radica en observar cuidadosamente cómo reacciona tu piel a diferentes condiciones. Un paso inicial es evaluar si tu piel tiende a ser seca, grasa, mixta o normal. Observa si experimentas zonas de sequedad, brillos persistentes o áreas equilibradas. Además, presta atención a cualquier sensibilidad, como enrojecimiento o irritación, ya que esto también influirá en tu rutina facial diaria.

Una vez que hayas identificado tu tipo de piel, puedes adaptar tu rutina facial diaria para abordar sus necesidades específicas. Por ejemplo, aquellos con piel seca pueden optar por productos hidratantes más intensivos, mientras que los individuos con piel grasa pueden buscar fórmulas ligeras y no comedogénicas. La rutina facial diaria debe incluir pasos como limpieza, tonificación, hidratación y protección solar, pero ajustar los productos según el tipo de piel garantiza que estés abordando adecuadamente las necesidades únicas de tu cutis. Experimentar con diferentes productos y prestar atención a cómo responde tu piel te permitirá perfeccionar tu rutina facial diaria para lograr un cutis saludable y radiante.

La piel seca se manifiesta con síntomas como tirantez, descamación y aspereza. Si experimentas constantemente estos signos, es probable que tengas piel seca. Además, observa si tu cutis carece de brillo natural y presenta líneas finas o enrojecimiento. La sensación de sequedad, especialmente después de la limpieza, es otra indicación. Al reconocer estos indicios, puedes ajustar tu rutina facial diaria incorporando productos hidratantes intensivos para restaurar la humedad y mejorar la salud de tu piel seca.

La piel grasa se caracteriza por un exceso de producción de sebo, lo que resulta en un aspecto brillante, poros dilatados y propenso a la aparición de espinillas y puntos negros. Si notas consistentemente brillos indeseados en la zona T (frente, nariz y barbilla) y experimentas la obstrucción frecuente de los poros, es probable que tengas piel grasa. La sensación de untuosidad y la necesidad de una limpieza más frecuente son señales adicionales. Al identificar estos rasgos, puedes adaptar tu rutina facial diaria utilizando productos formulados para controlar el exceso de grasa, como limpiadores suaves y sin aceites, y elegir productos no comedogénicos que no obstruyan los poros.

La piel sensible se manifiesta a través de reacciones como enrojecimiento, irritación y una sensación de ardor o picazón. Si experimentas estas respuestas cutáneas con facilidad, es probable que tengas piel sensible. Además, la piel sensible puede reaccionar negativamente a ciertos ingredientes en productos para el cuidado de la piel, perfumes o cambios climáticos. Identificar la sensibilidad cutánea implica prestar atención a las reacciones adversas frente a factores externos y optar por productos hipoalergénicos y suaves en tu rutina facial diaria para calmar y proteger la piel sensible.

Saber los productos para tu tipo de piel

Determinar los productos adecuados para tu tipo de piel es esencial al establecer una rutina facial diaria efectiva. Para aquellos con piel seca, es crucial elegir limpiadores e hidratantes ricos en ingredientes nutritivos para restaurar la humedad perdida. En una rutina de cuidado facial diario, incorporar productos específicos para la piel seca, como cremas hidratantes intensivas, puede marcar la diferencia al proporcionar un impulso necesario de humedad. Además, no olvides la protección solar, un componente esencial en cualquier rutina facial diaria, incluso para aquellos con piel seca. La aplicación regular de protector solar ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro y a mantener la salud de la piel.

En el caso de la piel sensible, es fundamental elegir productos suaves y sin fragancias para minimizar la posibilidad de irritaciones. Incorporar un protector solar diseñado para piel sensible en tu rutina facial diaria proporciona una capa adicional de defensa contra las agresiones ambientales. Para la piel grasa, los productos libres de aceite son clave en la rutina facial diaria para controlar la producción de sebo. Además, considera la inclusión de un contorno de ojos específico para abordar las necesidades delicadas de esta área. Adaptar tus elecciones de productos según tu tipo de piel en tu rutina facial diaria garantiza un cuidado personalizado y efectivo para mantener una piel saludable y equilibrada.

El paso a paso que debe seguir tu rutina de cuidado facial 

Cada tipo de piel es un mundo, pero podemos partir de la base de que todas las pieles necesitan limpieza, antioxidantes, hidratación y un SPF. Implementar una rutina facial diaria completa que incluya la doble limpieza es clave para eliminar eficazmente el maquillaje, el protector solar y las impurezas, preparando la piel para absorber mejor los activos, con un limpiador con base oleosa como Chia Cleansing Balm de Perricone MD, y otro de base acuosa  como el Lotus Leaf Cleansing Gel de Boutijour. En una rutina de limpieza diaria, el uso de agua micelar, seguido de un tónico facial, ayuda a equilibrar los niveles de pH y optimiza la receptividad de la piel. Posteriormente, la aplicación de una mascarilla exfoliante enriquecida con ácido hialurónico puede potenciar la hidratación y promover una piel más suave y luminosa.

La elección de las cremas hidratantes es esencial en cualquier rutina facial diaria, ya que cumplen la función de crear una barrera protectora que retiene los activos beneficiosos, como el ácido hialurónico presente en muchos sueros. Es fundamental adaptar la rutina facial diaria según el tipo de piel y necesidades específicas, reconociendo que cada producto tiene un propósito único. Al abordar el contorno de los ojos, donde los signos de envejecimiento son más evidentes, se recomienda seleccionar cuidadosamente cremas hidratantes con ingredientes como vitamina C, retinol y péptidos, que no solo suavizan arrugas sino que también aportan luminosidad. La atención meticulosa a la rutina facial diaria garantiza una piel equilibrada, saludable y preparada para enfrentar los desafíos diarios.

Limpieza desmaquillante

Hablar sobre la rutina de limpieza es hablar de doble limpieza o limpieza desmaquillante, que  ya es una práctica común, y aquellos que aún no la incorporan a su rutina facial pueden enfrentar desafíos en el cuidado de su piel. La necesidad de una adecuada doble limpieza cada noche es imperativa para eliminar eficientemente el maquillaje, el protector solar o ambos, ya que nuestra piel acumula dos tipos de suciedad distintos. Por un lado, hay una suciedad más oleosa presente en productos como bases de maquillaje y filtros solares, y por otro, una suciedad más propensa a ser eliminada por limpiadores acuosos, como el polvo. La utilización de dos limpiadores es esencial para asegurar la eliminación completa de ambos tipos de suciedad. No realizar este proceso podría resultar en la acumulación de impurezas en nuestro rostro, haciendo un símil con fregar un suelo sin haber barrido previamente.

Exfoliación facial

La incorporación de una exfoliación a la rutina facial diaria es esencial para abordar las necesidades específicas de cada tipo de piel. Los exfoliantes físicos, recomendados para pieles resistentes con puntos negros, trabajan mediante una acción manual, eliminando células muertas y abriendo los poros, como es el caso de Adzuki & Ragi Fantasy, de Byoode. La aplicación durante dos a tres minutos con movimientos circulares suaves maximiza su efectividad. Por otro lado, los exfoliantes con ácidos, como alfahidroxiácidos y betahidroxiácidos, son ideales para renovar la piel y se pueden integrar fácilmente en la rutina diaria. Estos ácidos actúan descomponiendo los vínculos que mantienen unidas las células muertas, promoviendo así la regeneración celular.

Dentro de los alfahidroxiácidos, como el glicólico, se destaca su capacidad para estimular la síntesis de colágeno, siendo eficaz en pieles envejecidas y se encuentra en Silver Skin Saviour, de Omorovicza, que combina ácidos salicílico y glicólico. Para pieles sensibles, se recomiendan polihidroxiácidos o enzimas exfoliantes más suaves, como la gluconolactona, que está presente en Press & Glow, de Medik8, o el ácido lactobiónico. La mascarilla exfoliante con ácido salicílico se convierte en la elección destacada para pieles grasas, ya que regula la actividad de la glándula sebácea y posee efectos antiinflamatorios. La implementación de estos exfoliantes en la rutina facial diaria permite abordar diversas preocupaciones cutáneas, adaptándose a las características específicas de cada piel.

 

Tónico facial

El propósito del tónico en la rutina facial diaria, en contra de lo que todo el mundo cree, no es eliminar restos de maquillaje; sino es esencial para equilibrar los niveles de pH de la piel. Aunque la limpieza inicial considere el cuidado del pH, el agua puede alterarlo, haciendo que el tónico sea necesario para preparar la piel y potenciar la eficacia de serums y cremas. La regla básica es aplicar el tónico al menos una vez en una rutina estándar, pero en rutinas más complejas, como aquellas con mascarillas faciales, su uso adicional es crucial para contrarrestar el desequilibrio causado por el agua al aclarar.

En la elección de tónicos, aquellos con agentes equilibrantes como alantoína, camomila o niacinamida son ideales para quienes buscan un enfoque purista. Sin embargo, la evolución en el mundo de los tónicos ha llevado a opciones más avanzadas que no solo equilibran, sino que también ofrecen beneficios adicionales. Algunos contienen ingredientes como hidroxiácidos para la exfoliación, como es el caso de AM Ambari Active10 Essence , o el tratamiento antienvejecimiento, mientras que otros refuerzan la barrera cutánea o se asemejan a esencias con una alta concentración de activos.

 Sérum facial

Si indagamos en la razón de incorporar un sérum en nuestra rutina de cuidado facial, es crucial entender que estos productos se absorben de manera excepcionalmente rápida. Contienen una alta concentración de principios activos como la vitamina C, como el suero CCC + Ferulic Brightening Complex, de Perricone MD, o retinal, presente en Midnight Renewal de Omoroviza , que penetran instantáneamente en las capas de la piel, destacando por su intensidad y efecto inmediato. En contraste, las cremas presentan una dinámica distinta, liberando gradualmente los activos cosméticos a lo largo del tiempo. Su impacto no es instantáneo, sino que trabaja progresivamente en la piel durante horas después de la aplicación. Además, forman una película que protege la piel, evitando la pérdida de los activos previamente aplicados. Estos dos aspectos subrayan la necesidad de emplear ambos productos: buscamos la prontitud que nos brinda el sérum, con su intensidad distintiva, pero también la acción prolongada en el tiempo de la crema, que incluso puede potenciar la eficacia del sérum en la piel.

 Contorno de ojos y/o labios

La zona del contorno de los ojos y la de los labios tienen tanto en común que son perfectamente aptos los productos para el contorno de los ojos para los labios. Aplicar crema para el contorno de ojos en los labios parece ser apropiado, centrándose especialmente alrededor de su contorno en lugar de en toda la superficie labial. Aunque inicialmente pueda parecer una idea inusual, la piel de los labios y la del contorno de los ojos comparten similitudes notables en términos de contenido lipídico, grosor y pH. Esta práctica puede resultar beneficiosa debido a la intensa actividad facial alrededor de la boca, que contribuye a la aparición de signos de envejecimiento, como las arrugas conocidas como "código de barras". Los productos para el contorno de ojos, como Cold Plasma Plus+ Advanced Eye Cream, de Perricone MD, formulados con ingredientes antiedad, pueden ofrecer notables beneficios en los labios, mejorando la hidratación, reduciendo arrugas y favoreciendo el relleno si contienen sustancias como ácido hialurónico o péptidos.

Crema o protección solar

En la rutina diaria, es común buscar productos que ofrezcan protección esencial sin comprometer el acabado deseado. Mientras todos reconocemos que los protectores solares de playa tienden a ser más densos, en nuestro día a día preferimos evitar texturas pesadas y el antiestético efecto blanquecino. Afortunadamente, las nuevas fórmulas logran equilibrar la típica untuosidad de los filtros solares, brindando aliados de belleza con acabados ligeros.

Un ejemplo destacado es la Light Cream SPF 30 Harmony de Byoode, que cautiva gracias a su fórmula que cumple con todas estas expectativas. Esta crema, con un acabado liviano, ofrece protección solar SPF30 contra los rayos UVA/UVB, sin dejar residuos blanquecinos y aportando antioxidantes mediante vitamina E y extracto de raíz de rábano. Asimismo, los entusiastas de las texturas ligeras y aquellos con piel sensible apreciarán el Ultra-Lightweight Calming Veil de Perricone MD con SPF35, deja un acabado invisible y no graso.

¿Qué productos comprar para una rutina facial?

Hay pilares fundamentales, como la exfoliación periódica con hidroxiácidos , antioxidantes de valor como la vitamina C y otras vitaminas, además del velo que retenga todo en la piel para que ejerza su actividad.

Para que una rutina de belleza sea completa, hay que dividirla en dos momentos: mañana y noche. Nada más levantarnos, tenemos que limpiar la piel con un limpiador de base acuosa, seguir con un contorno de ojos y un suero y acabar con crema hidratante y un SPF. Por la noche, nos maquillemos o no, hay que aplicar primero un maquillaje con base oleosa, que será el encargado de arrastrar el maquillaje y el SPF, y otro en gel que arrastrará el resto de impurezas. A continuación, un contorno de ojos, suero y crema hidratante.